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jueves, 6 de noviembre de 2008

ACTIVIDAD FISICA REDUCE EL RIESGO DE INFARTO

CRISTINA G. LUCIO
MADRID.- El ejercicio no sólo es efectivo a la hora de prevenir un infarto cerebral, sino que también ayuda a mitigar sus efectos en caso de que se produzca, según afirma un reciente estudio. Los datos de este trabajo, que se publican en el último número de la revista ‘Neurology’ muestran que las personas físicamente activas sufren ictus menos graves y con menos secuelas que aquellos que tienen hábitos sedentarios.

“La actividad física se recomienda para reducir el riesgo de sufrir un infarto cerebral por primera vez o de que el trastorno se repita”, explican los autores en su trabajo. “Nosotros investigamos si el nivel de ejercicio realizado antes del ictus puede influir en su severidad y en sus efectos posteriores”, añaden.

Para llevar a cabo su trabajo, que ha sido coordinado por el doctor Lars-Henrik Krarup, del hospital universitario Bispebjerg de Copenhague (Dinamarca), estos investigadores analizaron el caso de 265 pacientes cuya edad media rondaba los 68 años y habían sufrido un ictus.
Entre otras variables, analizaron -a través de un cuestionario y una entrevista personal- el número de horas que cada individuo solía dedicar a practicar ejercicio y qué tipo de actividades llevaban a cabo.

Además, también se midió la severidad del ictus que habían sufrido y qué secuelas padecían. En total, el seguimiento de los participantes se mantuvo durante dos años.
Al analizar los datos obtenidos, los investigadores comprobaron que un nivel alto de actividad física previo al accidente se asociaba con haber sufrido un infarto menos grave. Del mismo modo, practicar ejercicio también parecía influir en una mejor recuperación de las secuelas.

“Nuestros resultados sugieren que las personas activas podrían sufrir ictus menos graves y tener mejores pronósticos a largo plazo”, remarcan los investigadores en su trabajo.
En sus conclusiones, estos científicos señalan que su investigación tiene una importante limitación que habría que salvar en futuros estudios al respecto: “En nuestro trabajo los niveles de actividad física se evaluaron de forma retrospectiva y no se han podido excluir factores que tal vez hayan podido influir en las conclusiones del trabajo, como el hecho de estar participando en un programa de rehabilitación”, aclaran.

Fuente: Elmundo.es

lunes, 27 de octubre de 2008

ACTIVIDAD FISICA EN ADOLESCENTES

Actividad física en edad de crecimiento: Panorama actual


La naturaleza de las actividades relacionadas con el tiempo libre en niños y niñas ha cambiado drásticamente en las últimas décadas. La aparición de la televisión, los videojuegos y la internet ha provocado que los niños de ambos sexos dediquen en la actualidad una parte mucho mayor de su tiempo libre a actividades de tipo sedentario.


La importancia de la actividad física para la salud social, mental y física infantojuvenil es indiscutible, y por lo tanto resulta esencial llevar a cabo esfuerzos con el fin de “reintroducir” la actividad física en la vida de nuestra infancia y nuestra adolescencia. Los retos planteados por el creciente problema de la inactividad física y la obesidad en la infancia pueden ser considerados como algunos de los desafíos más relevantes para la salud pública en el siglo XXI.


El ejercicio en niños y adolescentes y sus beneficios



La actividad física en la infancia genera una serie de beneficios que incluyen un crecimiento y un desarrollo saludables del sistema cardiorrespiratorio y músculo- esquelético, el mantenimiento del equilibrio calórico, y por lo tanto, un peso saludable, la prevención de los factores de riesgo de enfermedades cardiovasculares tales como la hipertensión o el elevado contenido de colesterol en sangre, y la oportunidad para desarrollar interacciones sociales, sentimientos de satisfacción personal y bienestar mental.
El deporte y el ejercicio proporcionan un medio importante para que niños, niñas y adolescentes tengan experiencias relacionadas con el éxito, lo que contribuye a mejorar su bienestar social, su autoestima y sus percepciones sobre su imagen corporal, y su nivel de competencia. Además, los niños y niñas con niveles de actividad más elevados presentan asimismo más probabilidades de tener un mejor funcionamiento cognitivo.
La actividad física resulta esencial para la salud infantojuvenil, en la medida en que:


a) mejora la salud física, mental y social durante la infancia,

b) se generan beneficios para la salud en la infancia que llegan hasta la edad adulta, y

c) los hábitos de actividad física durante la infancia tienden a mantenerse en la edad adulta.
¿Qué tipo de actividad física puede realizarse en estas edades?


Las actuales recomendaciones son las siguientes:


1. Que los niños, niñas y adolescentes deben realizar al menos 60 minutos (y hasta varias horas) de actividad física de intensidad moderada a vigorosa todos o la mayoría de los días de la semana.
2. Al menos dos días a la semana, esta actividad debe incluir ejercicios para mejorar la salud ósea, la fuerza muscular y la flexibilidad.
Éstas son las recomendaciones internacionales presentadas por expertos a nivel mundial en el campo de la actividad física y la salud.
Dichas recomendaciones han sido aceptadas y adoptadas por diversos organismos internacionales importantes y gobiernos, incluidos el Ministerio de Sanidad del Reino Unido, Centers for Disease Control and Prevention (CDC: red de centros para el control y la prevención de enfermedades) de Estados Unidos y el Ministerio de Sanidad y de la Tercera Edad de Australia.
Según especialistas del ámbito (Faigenbaum y cols. 1996 – 2000) los objetivos fundamentales del entrenamiento con niños son:


1. Favorecer el crecimiento y desarrollo.

2. Mejorar el rendimiento en las actividades físicas deportivas o recreativas.

3. Prevenir la incidencia de lesiones ofreciendo más resistencia y estabilidad a la masa muscular, tejidos blandos (ligamentos, tendones, etc.) y óseos.


Importancia del ejercicio en estas edades


Los grandes profesionales involucrados en la salud y la actividad física concuerdan sobre la importancia del ejercicio y el deporte en la vida de niños, niñas y adolescentes:
“Motivar a los niños a permanecer activos se ha convertido en un objetivo importante para los padres, maestros y profesionales de la salud. No cabe duda de que el ejercicio sea bueno para los niños en edad de crecimiento y, en general, cuanto antes se comience, mejor”.
Paul E. Luebbers (2003). Miembro del ACSM (Colegio americano de medicina deportiva)
“Todos podemos desempeñar un papel a la hora de promover la actividad física entre niños, niñas y adolescentes, con inclusión de los padres y madres, tutores, profesores, entrenadores, monitores de actividad/campamento, administradores escolares, supervisores de deportes y de ocio de la comunidad y profesionales de la salud”.
Extracto de “Actividad Física y Salud en la Infancia y la Adolescencia” Guía para todas las personas que participan en su educación. Ministerio de Sanidad y Consumo, Ministerio de Educación y Ciencia. Gobierno de España.
“… La realización de programas de actividad física debidamente supervisados, es una de las condiciones más importantes para estimular el desarrollo óptimo de los procesos de desarrollo y maduración en todo sentido (físico, psíquico, cognitivo y emotivo)”.
Avery Faigembaum (2000). Miembro de la junta directiva de la NSCA y uno de los más prestigios profesionales en el campo del ejercicio orientado a niños y adolescentes.


Conclusión


No cabe duda de que el ejercicio, adecuadamente supervisado, sea bueno para los niños en edad de crecimiento y, en general, cuanto antes se comience, mejor.
Los niños y adolescentes de ambos sexos se deben ver expuestos a una variedad de diferentes actividades físicas de modo que puedan descubrir cuáles son las más divertidas para ellos y en cuáles se ven más capacitados.
El papel de las personas adultas es el de apoyo hacia los niños y adolescentes con respecto a realizar ejercicio físico y no deben ejercer presión sobre las decisiones de los mismos.
El mayor reto de los tiempos que se avecinan consistirá en identificar y aplicar estrategias que garanticen que nuestros niños, niñas y adolescentes participen en las actividades físicas que necesitan para desarrollarse y convertirse en personas adultas sanas con una buena forma física.

jueves, 23 de octubre de 2008

EL DEPORTE EN LA ESCUELA EVITA EL SOBREPESO

Es de agredecer cualquier apoyo recibido a quienes luchamos por la causa de la EF. Cualquier pesona que de la cara es bienvenida, si además tiene repercusión mediática, mejor que mejor.Es el caso del excopiloto de Carlo Sainz, el "ultra parodiado" Luis Moya.El copiloto coruñés Luis Moya criticó la intención de varias autonomías de reducir las horas de Educación Física en Primaria y Secundaria por considerar que ’ofrece una formación integral’ y ’ayuda a luchar contra el sobrepeso’Luis Moya, el que fuera copiloto del campeón de Mundo de Rallies Carlos Saenz, se mostró contrario a la posibilidad de que varias autonomías disminuyan de dos a una hora semanal las clases de Educación Física ya que esta materia ’es la única que se encarga específicamente de la incorporación de hábitos de vida saludable’, y va en ’clara disonancia’ con los datos que muestran un aumento del sobrepeso entre los escolares y el informe aprobado por el Parlamento Europeo, que pide un mínimo de tres horas para esta materia. Moya criticó que el informe Pisa, que realiza las evaluaciones internacionales, mida fundamentalmente competencias básicas como la lingüística y matemática ’pero ni siquiera recoja la competencia motriz’ además de que no se consideren los aspectos a la hora de evaluar las cualidades educativas de los centros.

NO HACER EJERCICIO PROVOCA ENFERMEDAD

Fuente: maixua Los beneficios para la salud de hacer ejercicio con regularidad son bien conocidos y figuran comúnmente en las campañas de concienciación pública. Ahora una investigación ha revelado la medida en que la falta de actividad física puede ser peligrosa para el cuerpo humano.Uno de los consejos médicos más repetidos hoy en día es que las personas deberían hacer ejercicio moderado por lo menos treinta minutos cinco días a la semana. Se cree que esta actividad regular favorece un cuerpo más sano y previene gran cantidad de enfermedades, entre ellas cáncer, diabetes, artritis e incluso la muerte prematura.Una nueva investigación realizada a ambos lados del Atlántico ha confirmado la veracidad de este consejo. Se halló que la ausencia de ejercicio físico regular es una causa real de muchos de los factores de riesgo asociados a enfermedades crónicas, entre ellas la diabetes y la enfermedad cardiovascular. El estudio combinó los conocimientos de expertos de la Universidad de Copenhague y del Missouri-Columbia College de Medicina Veterinaria. Los resultados del estudio, cofinanciado con fondos comunitarios, están publicados en la Journal of the American Medical Association (JAMA).Antes de esta investigación se creía comúnmente que mientras que el ejercicio proporcionaba muchos beneficios para la salud, la falta de ejercicio significaba simplemente que las personas no gozaban de esos beneficios. Pero según el profesor Frank Booth del MU College de Medicina Veterinaria no es así. «Nuestros hallazgos indicaron que, si no se hace una actividad física normal, una persona aumenta en gran medida sus posibilidades de desarrollar una enfermedad crónica. Antes creíamos que no hacer ejercicio simplemente no era saludable, pero no pensábamos que la falta de actividad podría causar enfermedades. Esa suposición estaba errada.»«Un nivel bajo de actividad física diaria no sólo no ayuda a nuestra salud actual, sino que podría ser la razón de enfermedades», afirmó Frank Booth. «En nuestro estudio observamos lo que ocurre cuando un grupo de individuos redujeron su actividad física diaria.»El profesor Booth e investigadores de la Universidad de Copenhague realizaron dos estudios diferentes en esta ciudad. En el primer estudio se pidió a los participantes que redujeran la cantidad de pasos que daban a diario de 6.000 a 1.400 durante tres semanas. En vez de caminar o utilizar las escaleras, se les pidió que utilizaran transporte motorizado, como el coche o el ascensor, en cada situación posible.Los investigadores hallaron que, después de dos semanas de no realizar ejercicio y con muy poca actividad, los participantes tenían niveles mayores de glucosa y de grasa y les llevó mucho más tiempo que antes eliminar estas sustancias de su torrente sanguíneo. Cuanto más tiempo necesita el cuerpo para limpiar el torrente sanguíneo de tales sustancias, más probabilidad existe de que la persona desarrolle diabetes u otras enfermedades crónicas.«Cuando el médico le dice a un paciente que debe hacer ejercicio, no lo dice únicamente para mejorar su salud; en realidad, aumentar la cantidad de pasos caminados diariamente podría invertir la causa de una enfermedad crónica», afirmó el profesor Booth. «Cuando las grasas o los azúcares (glucosa) extra no se van del torrente sanguíneo, van donde no los queremos y causan problemas en las “funciones metabólicas típicas” de nuestro cuerpo.»«Antes pensábamos que es saludable ser físicamente activo, pero este estudio muestra que es peligroso ser inactivo, aunque sea tan sólo durante un par de semanas», afirmó la coautora e investigadora principal del estudio, la profesora Bente Klarlund Pedersen de la Universidad de Copenhague.El estudio se llevó a cabo como parte de EXGENESIS, un proyecto financiado mediante el área temática «Ciencias de la vida, genómica y biotecnología para la salud» del Sexto Programa Marco (6PM).Para obtener más información, consulte:EXGENESIS:http://www.dundee.ac.uk/lifesciences/exgenesis/JAMA:http://jama.ama-assn.org/Categoría: Resultados de proyectosFuente: Universidad de Missouri-ColumbiaDocumento de Referencia: Basado en información de la Universidad de Missouri-ColumbiaCódigos de Clasificación por Materias: Coordinación, Cooperación; Medicina, Sanidad; Investigación científicaRCN: 29335